La llegada a casa

Cuando estás en el hospital, todo es relativamente fácil, si has tomado la opción de dar el pecho, esto puede acarrearte algún que otro problemilla, que el bebé no enganche, que no te suba la leche, como fué en mi caso, ect, ect, pero pasados los dos días de rigor, si no hay complicaciones... ¡te sueltan a la jungla!

Yo recuerdo que estaba deseosa de irme a casa con mi familia, porque estuvimos tres días, el peque cogió ictericia  por culpa de una matrona cabezona, y no nos daban el alta, pero bueno, llega el momento, en que, por fin, te vas, vistes a tu peque, y ahí comienzan las preocupaciones, otra clase de preocupaciones,¿lo llevaré muy abrigado? ¿estará pasando frío? ¿tendrá ya hambre?

Llegas a tu casa, y a mí, el primer día se me hizo una mansión, todo era nuevo, recuerdo que nosotros llegamos por la tarde, y conseguí, eso sí, gracias a Dios, ese día no tener visitas... (porque este tema da para otra entrada aparte, puff las visitas...)

A medida que te quedas en casa con el peque, van surgiendo las dudas, los problemas, las complicaciones, los llantos (de él y tuyos) ¡qué fácil era apretar el botoncito y que te lo solucionaran! pero ahora estáis piel con piel, sólos, y hay que confiar siempre en el instinto materno, que, por fortuna, no falla...

El problema de los primeros días viene con lo que decía anteriormente, las visitas, ya no sólo que sean molestas e impertinentes, que, supongo, que todas las que somos madres, tendremos alguna que otra para recordare de este tipo. Pero son mucho peor, las "marisabidillas"...

_No pongas al niño de esa postura, ¡que se te va a ahogar! (¿pero no era boca arriba que me dijo la pediatra?)

_ ¡No le des el pecho cada tan poco tiempo, que se envicia! (¿cómo un recién nacido puede enviciarse? ¿cada cuánto es poco tiempo? porque yo y mi pareja, por ejemplo, no tenemos los mismos momentos ni intensidades de hambre... Y, ¿por qué voy a negarle, alimento, sosiego, y cariño a mi hijo?

_¡No le abrigues tanto! que le van a entrar sarpullidos ( ¿qué se considera tanto en un recién nacido?), y por contra, ¡abrígalo más! ¿más? pero si voy en manga corta, y el lleva body y camisa....

_No le cojas en exceso que se enteca!!! (entecar, malcriar, se usa para hablar de animales) pues bien, mi familia castellana, es muy de entecar, recuerdo,la de veces que he tenido que comerme esas palabras por parte de mi madre, no lo cojas, que se enteca, mientras ella, lo cogía y lo cogía... (debe ser que las abuelas no tienen poder de entecamiento)

_Mételo en su cuna nada más nacer, no coleches, no le acarices en exceso, lo estás malcriando...¡no le beses!....

¿Os parece excesivo? pues os aseguro, que todas ellas las he vivido,y me quedo corta, porque habrá habido otras que ahora, no recuerdo...

¿Y que hacer en estos casos? NADA, lo que estimes oportuno, lo que vosotros como padres decidáis, eso, estará bien, tanto si das bibe como si das pecho, tanto como si colechas, como si duerme en la habitación, todo es respetable, y por supuesto, hacer oídos sordos a tanta palabrería y dicho popular, un hijo se tiene que disfrutar, se tiene que amar, y se tiene que educar, así que, como les dije yo a unas visitas, el que no esté contento con mi forma de educar, que no mire!

El embarazo y el parto

Las que hemos sido mamis o las que están en ello, sabemos que llevar 9  meses una tripa es bonito sí, ¡pero cansado, y duro! no vamos a negarlo, recuerdo a amigas mías, que decían que la tripa era lo más maravilloso del mundo, que se sentían happy happy, very happy de estar embarazadas, de lucir tripa, todo un mundo de sensaciones... sensaciones ¡y tanto! que se lo digan al señor roca de mi piso,  a ver que opina...

Yo, para mi desgracia, me pasé vomitando todo lo que comía, prácticamente todo el embarazo, hasta bien entradas las 24 semanas, y también en la recta final, ¡que alguien me diga que tiene eso de bonito!  Por no hablar de los ascos, cogí asco a la colonia de un vecino, me era imposible encontrarme con él, me daba ganas de vomitar el hombre ajjajaja... tampoco podía cocinar, (ehh que no me hacía la vaga, es que no podía) los filetes de carne roja me daban grima, era verlos y ponerme a echar sapos y culebras por la boca, ¡mucho menos tocarlo! ¡puag! venía mi gordo a casa, y la comida sin hacer "cari es que me da asco, es que vomito..." un cuadro, para que, mi amiga diga que era bonito... Después llegó la diabetes, también maravillosa, y la dieta estricta y el glucómetro en mano todos los días ( ni un mísero antojo pude darme)... Y mi amiga erre que erre, que el embarazo era precioso, será para las famosas que no tienen síntomas y en las revistas las retocan con photoshop ejjeje, en mi caso, tenía manchas, náuseas, y ninguna gana de hacer nada...

Con el paso del tiempo no mejoró la cosa, después según crece la barriga, llegan otros problemas, ya no sólo quería a roca para ir a vomitar, ahora lo necesitaba para hacer pis, si, y no una ni dos, sino hasta 15 veces en una noche... así no había forma de dormir.... (debía estar preparándome para lo que ha venido después, noches en vela jajajaja) Vamos, a mí, en este tema me engañaron, te cambia el humor, las hormonas parecen un cocktel  molotof, y yo, guapa, guapa no me veía... (eso sí, tenía lo mejor de mi vida, en mi tripa)....

Ya sabéis que amigas listas, hay muchas y vecinas aún más, pues bien, he escuchado de todo durante el embarazo, y aún lo sigo escuchando, pero, en el momento de estar embarazada eres aún más susceptible, te van preparando para el parto, y por supuesto, no puede ser nada agradable, oía historias aterradoras, 20 horas sin epidural, largas horas de sufrimiento, humm cada día que pasaba, me sentía más feliz de haberme embarazado ajajja...

Recuerdo, una  vez que una señora me dio hasta clases preparto en la cola del supermercado (porque aunque hay cajas para embarazadas, la gente es muy intransigente y pasan de ti, y de tu bombo...) pues bien, la alegre ancianita me decía que ella había parido 4 hijos a pelo, que lo mejor era abrirse de piernas y dejar que el niño "cayese solo" que la naturaleza era sabia, a mí, mientras me relataba sus apasionantes y nada dolorosos partos, me dio un bahío  que no sé, si era la falta de azúcar o  todo lo bonito de sus partos...

Si estás leyendo esto, por casualidad, y estás embarazada, y eres primeriza, te diré que no te asustes, los partos duelen, pero ni mucho menos como te lo cuenta una vecina, y si todas parimos... por algo será, lo peor en estos casos es hacer caso a los dichos populares... que de eso, también se mucho, amigos de mi pareja, que al ser africano, tienen su cultura, que no diga el nombre hasta que nazca, que trae mala suerte, tías y familiares míos, que comiese hígado (que no soporto) para la cutis del bebé, y ya... cuando estás a punto de caramelo, llegan otro tipo de recomendaciones, chocolate caliente, sexo, andar... todo para adelantar el parto...¿sabéis que? que el niño nace cuando tiene que nacer, ni chocolate, ni porras, ni lunas que valgan...

No voy a entrar en detalles de si mi parto fue o no fue doloroso, largo, feo, etc, porque podría escribir un libro, estaba tan cansada, que hay cosas que hasta he olvidado, lo que sí, os digo, es que, aprovechéis el momento, que es único, y  muy especial, en mi caso, además, estaba deseando ver a mi lacasito, por fin, tras 41+1 semanas vería su color, su piel, su pelo, su aroma... recuerdo, que, cuando lo sacaron lo primero que pensé ¡que gris! ajjaja el mío no era mulato, era gris, lo que hace la epidural, y 19 largas horas.. ajajaj por supuesto ese gris, se le quitó cuando lo adecentaron, y  le quitaron el líquido amniótico ;) desde ese momento, dejamos de ser dos, para siempre....

¡Estamos embarazados!

Recuerdo que, cuando tomamos la decisión de ser padres, un mundo de inquietudes pasaron por mi cabeza, tener una pareja de diferente raza y cultura a la tuya, no tiene porque ser un problema, de echo, y, hasta ahora, en nuestro caso, no lo ha sido nunca, (hemos tenido nuestros malos entendidos) como anécdota a esto, recuerdo, una ocasión en la que me dijo que le bajase "el cargador gris" y yo le bajé la cazadora gris...pero si es cierto, que, al plantearte la maternidad, te surgen un montón de dudas, ¿qué tipo de educación querrá para su hijo? ¿qué valores tendrá como importantes? ¿querrá inculcarle otra religión? y por qué no, hasta el nombre son dudas, y es que, en otras cosas no, pero tener un hijo......¡tela! por mucho que hablamos, me seguían surgiendo dudas e inquietudes, al igual que a él, porque este es un gran paso...

En España, por ejemplo, todo el mundo cuenta sus cosas a los cuatro vientos, los africanos no, para ellos da mal rollo decir que estás buscando un bebé, trae mala suerte, así, que, nosotros no dijimos nada a nadie... eso está en manos de Dios (o de Alá...) Los hijos vienen si tienen que venir... y ¡si dejas los métodos anticonceptivos...claro! así que, con todo esto, decidimos seguir adelante, y dejar que, el destino, y... Alá  pusieran de su parte...

Tardamos 3 meses en dar en la diana ¡estábamos embarazados! En el embarazo, también he visto cosas "africanas" ciertas cosas que no les gusta decir, ni contar, a veces tocar la barriga o hablarle al bebé se les hace extraño, yo a veces pensaba, ¡madre mía, donde me he metido! este chico no está preparado para la paternidad... si apenas se ilusiona.... (o no da muestras de) pero... ¡que equivocada estaba! sólo ha hecho falta dar tiempo, 41+1 semanas exactamente para comprender lo bonito de la maternidad y de la paternidad, pero eso, os lo contaré en otra entrada ;)